El viaje en camper a Benavente fue una aventura llena de descubrimientos en la provincia de Zamora, en Castilla y León. nos aproximamos por carreteras pintorescas, atravesando paisajes rurales y campos ondulantes, disfrutando de la libertad y la flexibilidad que nos ofrecía nuestra camper. Benavente, con su encanto histórico y su animada vida local, nos recibió con los brazos abiertos.
Al llegar a Benavente, encontramos un lugar tranquilo y acogedor para estacionar nuestra camper cerca del centro de la ciudad. La serenidad y la belleza de los alrededores nos dieron la bienvenida mientras nos instalábamos y nos preparábamos para explorar este rincón especial de Castilla y León.
Comenzamos nuestro recorrido caminando por las calles empedradas de Benavente, maravillándonos con la arquitectura tradicional que nos rodeaba. Exploramos el casco antiguo, donde descubrimos la Plaza Mayor y la Iglesia de Santa María del Azogue, una joya del estilo gótico-mudéjar. Nos sumergimos en la historia de la ciudad mientras paseábamos por sus callejones estrechos y admirábamos los detalles arquitectónicos de los edificios.
Durante nuestra estancia, también tuvimos la oportunidad de disfrutar de la deliciosa gastronomía local. Probamos platos tradicionales como el bacalao a la tranca, la ternera de Aliste y los famosos dulces zamoranos. Cada comida era una experiencia culinaria auténtica, donde saboreábamos los sabores únicos de la región y nos deleitábamos con la cocina tradicional.
Además de la arquitectura y la gastronomía, también nos sumergimos en la vida local de Benavente. Visitamos el mercado, donde interactuamos con los vendedores y probamos productos frescos de la zona. Nos unimos a las festividades y celebraciones locales, disfrutando de la música, las danzas y las tradiciones que llenaban las calles.
Durante nuestra estancia en Benavente, también aprovechamos para explorar los alrededores naturales. Realizamos caminatas por los senderos cercanos, disfrutando de la belleza de los paisajes naturales y respirando el aire puro del campo. Nos detuvimos en miradores para contemplar las vistas panorámicas de los campos verdes y los ríos que serpenteaban a lo lejos.
Cada día en Benavente fue una experiencia enriquecedora. Nos llevamos recuerdos duraderos de nuestro viaje en camper, donde nos sumergimos en la historia, la cultura y la autenticidad de esta encantadora ciudad zamorana. Guardamos en nuestros corazones la belleza de su arquitectura, la hospitalidad de sus habitantes y la tranquilidad de sus paisajes.
![]() |
Solo debes mirar atrás para ver lo lejos que has llegado. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios