El motor ruge suavemente mientras la camper se desliza por las carreteras que nos llevan al corazón de Rumanía. El viaje comienza con una brisa de libertad y un horizonte que promete historias por descubrir. Las montañas de los Cárpatos se alzan majestuosas en la distancia, envolviéndonos en una sensación de aventura.
El camino hacia Sinaia es una sinfonía de paisajes cambiantes, verdes colinas, bosques espesos, y pequeños pueblos donde el tiempo parece haberse detenido. Cada parada es una oportunidad para sumergirse en la cultura local desde probar platos tradicionales hasta charlar con los lugareños y escuchar sus relatos sobre la región.
Finalmente, llegamos a Sinaia, la perla de los Cárpatos. El imponente Castillo de Peleș nos da la bienvenida con su arquitectura de cuento de hadas y su historia intrigante. Caminamos por sus salones adornados, imaginando las figuras reales que alguna vez pasearon por estos pasillos.
A medida que exploramos mas tarde el Monasterio de Sinaia, nos dejamos envolver por su serenidad y belleza, un rincón de paz en medio de la naturaleza.
El viaje en camper nos permite vivir cada momento a nuestro propio ritmo. Acampamos cerca de los bosques y nos despertamos con el canto de los pájaros, disfrutando de la conexión con la naturaleza.
Las noches se llenan de historias en torno a una cena ligera, donde el cielo estrellado nos recuerda lo vasto y maravilloso que es el mundo.
La vida es un gran regalo, vive cada instante con gratitud. |
No vivas a medias, equivócate bien. |
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