domingo, 27 de noviembre de 2016

Cazorla, Jaén, Andalucía, España


El viaje en camper a Cazorla, en la provincia de Jaén, fue una aventura llena de belleza natural y paisajes impresionantes. Condujimos por sinuosas carreteras rodeadas de montañas y bosques, mientras nos adentrábamos en el corazón de la Sierra de Cazorla.

Al llegar a Cazorla, nos recibió el imponente Castillo de la Yedra, que se alza majestuosamente en lo alto de una colina. Aparcamos nuestra camper y nos dispusimos a explorar este encantador pueblo.

Caminamos por sus calles empedradas, admirando la arquitectura tradicional de sus casas y el encanto de sus plazas. Nos adentramos en el casco antiguo y nos maravillamos con la Catedral de la Asunción, un magnífico ejemplo de arquitectura gótica.

Pero lo que realmente nos emocionaba era la naturaleza que rodea a Cazorla. Decidimos explorar el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, un auténtico paraíso para los amantes de la naturaleza. Realizamos senderismo por los numerosos senderos que se adentran en los bosques frondosos, descubriendo cascadas, ríos cristalinos y miradores con vistas panorámicas de ensueño.

También aprovechamos para visitar el Embalse de La Bolera, un hermoso lago rodeado de montañas, donde nos relajamos y disfrutamos de la paz y tranquilidad del entorno. Paseamos en kayak por sus aguas serenas y nos maravillamos con la belleza de los paisajes que nos rodeaban.

Durante nuestra estancia en Cazorla, también nos deleitamos con la gastronomía local. Probamos platos tradicionales como la pipirrana, la trucha de río y los deliciosos aceites de oliva virgen extra producidos en la región.

En resumen, nuestro viaje en camper a Cazorla fue una experiencia inolvidable que nos permitió conectar con la naturaleza y disfrutar de la autenticidad de este hermoso pueblo. Guardamos en nuestros recuerdos los colores de sus calles, la grandeza de su castillo y la serenidad de sus paisajes naturales. Cazorla siempre ocupará un lugar especial en nuestros corazones como un destino mágico en la provincia de Jaén.





































No olvides que voy a aguardarte siempre en un lugar muy especial, donde habita la música de Jazz y todo lo que  he amado de verdad.





Don Quijote de la Mancha, es el primer libro con el que he llorado, por la muerte del Quijote y lo que  eso significa, dejar que la locura desaparezca y triunfe de la sensatez.








Hay lugares tan felices, que no se debería volver nunca a ellos.







Mata Bejid, Jaén, Andalucía, España

El viaje en camper a Mata Bejid, en la provincia de Jaén, fue una experiencia única que nos llevó a descubrir un rincón escondido y lleno de encanto en plena naturaleza.

Condujimos por carreteras serpenteantes rodeadas de olivares, disfrutando de las vistas panorámicas de la campiña jiennense. El paisaje montañoso y verde nos envolvía mientras nos acercábamos a nuestro destino.

Al llegar a Mata Bejid, nos sorprendió su tranquilidad y su ambiente rural. Aparcamos nuestra camper en un lugar apartado y nos adentramos en este pequeño pueblo, donde el tiempo parecía haberse detenido.

Exploramos sus calles empedradas y sus casas de arquitectura tradicional, sintiendo la autenticidad del lugar. El sonido de los pájaros y el aroma a campo nos acompañaban en cada paso que dábamos.

Decidimos caminar por los alrededores de Mata Bejid, adentrándonos en la naturaleza que lo rodea. Siguiendo senderos estrechos, nos encontramos con un río cristalino que serpenteba entre las rocas. Nos detuvimos para refrescarnos en sus aguas y disfrutar de la paz y tranquilidad del entorno.

Durante nuestra estancia, también aprovechamos para degustar la gastronomía local. Probamos platos típicos como las migas con bacalao, el guiso de perdiz y el famoso aceite de oliva virgen extra producido en la zona. Cada bocado nos transportaba a la autenticidad de la cocina tradicional jiennense.

En resumen, el viaje en camper a Mata Bejid fue como descubrir un tesoro escondido en la provincia de Jaén. Disfrutamos de la belleza natural, la tranquilidad y la autenticidad de este pequeño pueblo. Guardamos en nuestros recuerdos los momentos de paz, las caminatas por la naturaleza y la deliciosa gastronomía local. Mata Bejid siempre será un lugar especial en nuestros corazones como un destino auténtico y sereno en Jaén.



El valor de las cosas no está en el tiempo que duran, sino en la intensidad con que suceden.