domingo, 4 de febrero de 2018

Puerto Lápice, Cdad. Real, España

Nuestro tercer viaje en camper, lo hicimos con Pablo, aprovechando que el iba a dar una conferencia sobre seguridad informática en la universidad Politécnica de Madrid, decidimos regresar una vez más a Puerto Lápice, un pintoresco pueblo en la provincia de Ciudad Real, España. Nos había cautivado en nuestros viajes anteriores, y estábamos emocionados de sumergirnos nuevamente en su encanto y su historia.

Al llegar a Puerto Lápice, nos encontramos con las mismas calles adoquinadas y la arquitectura tradicional que recordábamos. Nos sentimos como en casa desde el primer momento. Esta vez, decidimos explorar algunos lugares nuevos y sumergirnos aún más en la cultura y la esencia del pueblo.

Visitamos nuevamente la emblemática Posada de Puerto Lápice, donde nos recibieron con la misma calidez y hospitalidad de siempre. Disfrutamos de sus acogedoras habitaciones y nos deleitamos con la cocina regional en su encantador restaurante.

Decidimos explorar más a fondo las calles del pueblo, descubriendo pequeñas tiendas de artesanía local y tiendas de productos gastronómicos. Nos dejamos tentar por algunos souvenirs únicos y nos maravillamos con la habilidad de los artesanos locales.

Esta vez, también aprovechamos para adentrarnos en la naturaleza que rodea a Puerto Lápice. Con nuestra camper, nos aventuramos por los caminos rurales y exploramos los hermosos paisajes que nos rodeaban. Hicimos senderismo por los senderos cercanos, disfrutando del aire fresco y las vistas panorámicas.

No podíamos dejar de probar la deliciosa gastronomía local una vez más. Nos deleitamos con platos tradicionales como las migas manchegas y el pisto manchego, saboreando los ingredientes frescos y los sabores auténticos de la región.

Durante nuestro tercer viaje a Puerto Lápice, experimentamos una vez más la magia y la tranquilidad que caracterizan a este encantador pueblo. Nos sentimos parte de la comunidad, exploramos nuevos lugares y disfrutamos de los placeres simples que ofrece esta joya escondida.

Después de tres visitas memorables a Puerto Lápice, nos despedimos con una sensación de gratitud y la promesa de regresar en futuros viajes en camper. Este lugar especial seguirá ocupando un lugar destacado en nuestros recuerdos de viaje y en nuestro corazón viajero.





Este magnífico viaje lo hicimos con Pablo, tenía que dar una conferencia en la Politécnica de Madrid, sobre Seguridad Informática y aprovechamos para pasarnos unos días con él en la Vagabuntopía.