domingo, 12 de julio de 2015

Gorafe, Granada, Andalucía, España

Al llegar a Gorafe, nos sorprendió la belleza del paisaje que nos rodeaba. El pueblo está ubicado en una zona montañosa y rocosa, con formaciones geológicas llamadas "badlands" que crean un paisaje desértico y fascinante. Estas formaciones rocosas son el resultado de la erosión durante millones de años, y ofrecen una vista espectacular.

Uno de los puntos destacados de nuestra visita a Gorafe fue la visita a los dólmenes de Gorafe, un conjunto de monumentos megalíticos que datan de hace miles de años. Estos dólmenes son considerados uno de los más importantes de la península ibérica y son testigos de la antigua presencia humana en la zona. Pudimos explorar estos monumentos y aprender sobre su significado histórico y cultural.

Además de los dólmenes, también tuvimos la oportunidad de disfrutar de la belleza natural de Gorafe. El pueblo está rodeado de áreas protegidas y parques naturales, donde realizamos caminatas y disfrutamos de la tranquilidad y la belleza del entorno.

Durante nuestra estancia, también tuvimos la oportunidad de probar la deliciosa comida local en l restaurantes del pueblo. Saboreamos platos tradicionales de la región, como el cordero al horno y las migas, que nos brindaron una experiencia culinaria auténtica y sabrosa.

La hospitalidad de los habitantes de Gorafe fue excepcional. Nos recibieron con calidez y estuvieron dispuestos a compartir sus conocimientos sobre la historia y la cultura de la zona. Su amor por su tierra era evidente, y nos sentimos agradecidos por poder sumergirnos en la vida y las tradiciones de este encantador pueblo.

En resumen, nuestra visita a Gorafe fue una experiencia inolvidable. Nos permitió explorar su rico legado histórico, disfrutar de su hermoso entorno natural y conectar con la cultura local. Fue un destino perfecto para los amantes de la historia, la naturaleza y la tranquilidad.

 


Tiempo de descanso el el balneario














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