sábado, 30 de septiembre de 2023

Mosqueruela, Teruel, Aragón, España

 

Nuestro viaje en camper nos llevó a Mosqueruela, un hermoso pueblo en la provincia de Teruel, España. Este lugar encantador nos ofreció una experiencia única, llena de momentos imprescindibles.

Al llegar, quedamos impresionados por la belleza de la arquitectura medieval de Mosqueruela. Sus calles empedradas y sus casas de piedra nos transportaron a otra época. La Plaza Mayor fue nuestro primer destino, y nos sorprendió gratamente. Allí, disfrutamos de la atmósfera tranquila y de las terrazas de los restaurantes locales.

La Iglesia Parroquial de Santa María la Mayor fue una parada imprescindible. Su fachada gótica y su interior decorado con frescos nos dejaron sin aliento. Pudimos explorar cada rincón de esta iglesia histórica y admirar las obras de arte que albergaba.

No podíamos dejar de explorar los alrededores naturales de Mosqueruela. Hicimos una caminata por los senderos cercanos y disfrutamos de las vistas panorámicas de las montañas que rodean el pueblo. La conexión con la naturaleza fue una parte fundamental de nuestra experiencia.

Por la noche, encontramos un lugar tranquilo para aparcar nuestra camper y disfrutamos de la paz y la oscuridad de la noche estrellada de Mosqueruela, lejos del bullicio de la ciudad.

Nuestra visita a este rincón especial de Teruel nos recordó la importancia de preservar la historia y la belleza de los pueblos medievales de España. Mosqueruela se convirtió en un tesoro en nuestro viaje en camper, un lugar que siempre recordaremos con cariño y nostalgia.






Nacimos aquí donde las masas idolatran a los idiotas y los convierten en héroes.


 


No prometas cuando estés feliz, no respondas cuando estés enojado, no decidas cuando estés triste.


Mi vida ha estado llena de terribles desgracias, muchas de las cuales nunca han llegado a suceder.

 








viernes, 29 de septiembre de 2023

La Iglesuela del Cid, Teruel, Aragón, España

 

Nuestro viaje en camper nos llevó a La Iglesuela del Cid, un pintoresco pueblo en la provincia de Teruel, España. Este lugar nos ofreció una experiencia inolvidable, llena de momentos imprescindibles.

Al llegar, quedamos impresionados por la belleza del entorno natural que rodea este encantador pueblo. La Iglesuela del Cid se encuentra en las estribaciones de la Sierra de Gúdar, lo que lo convierte en un destino ideal para los amantes de la naturaleza.

Una de las primeras paradas imprescindibles fue la Plaza Mayor, el corazón del pueblo, donde disfrutamos de la arquitectura tradicional y la atmósfera relajada. Allí, encontramos un pequeño restaurante local y saboreamos platos auténticos de la región, como el cordero asado y las migas.

La Iglesia Parroquial de San Juan Bautista fue otro punto destacado. Su arquitectura gótica y su interior impresionante nos dejaron sin aliento. Pudimos admirar las vidrieras y las obras de arte que decoraban esta hermosa iglesia.

No podíamos dejar de explorar los alrededores naturales. Hicimos una caminata por los senderos de montaña cercanos y disfrutamos de las vistas panorámicas de la Sierra de Gúdar. El aire fresco y la tranquilidad de la naturaleza fueron revitalizantes.

Por la noche, encontramos un lugar tranquilo para aparcar nuestra camper y disfrutamos de la serenidad del cielo estrellado de La Iglesuela del Cid, lejos del bullicio de la ciudad.

Nuestra visita a este rincón especial de Teruel nos recordó la belleza de los lugares rurales de España y la importancia de conectarse con la naturaleza y la cultura local. La Iglesuela del Cid se convirtió en un tesoro en nuestro viaje en camper, un lugar que siempre recordaremos con cariño.

¿Y si hubiera un banco de vidas perdidas, donde los que viven vidas anodinas, pudieran invertirlas para los que necesitan más tiempo pudieran tener más vida?.








Cada vez los días son más largos y los años más cortos.
















Cantavieja, Teruel, Aragón, España

 

Nuestro viaje en camper nos llevó a Cantavieja, un encantador pueblo en la provincia de Teruel, España. Durante nuestra visita, descubrimos lo imprescindible de este lugar que dejó una impresión duradera en nosotros.

Al llegar, nos recibió la vista de Cantavieja enclavada en lo alto de una colina, con su casco antiguo perfectamente conservado. Las calles empedradas y estrechas estaban flanqueadas por antiguas casas de piedra con balcones de hierro forjado y ventanas con persianas de colores brillantes.

Uno de los lugares imprescindibles para visitar fue la Plaza de Cristo Rey, el corazón del pueblo, donde disfrutamos de una auténtica experiencia española mientras tomábamos café en una terraza al aire libre y observábamos la vida local.

La Iglesia de la Asunción, con su impresionante arquitectura gótica, fue otro punto destacado. Exploramos su interior, admirando las vidrieras y la atmósfera serena.

No podíamos perdernos el Castillo de Cantavieja, que se alza majestuosamente sobre el pueblo. Subimos por su empinada cuesta y fuimos recompensados con vistas panorámicas impresionantes.

Para explorar la belleza natural de la región, hicimos una caminata por los alrededores, disfrutando de la tranquilidad de los paisajes montañosos y los campos verdes.

Por la noche, encontramos un lugar tranquilo para estacionar nuestra camper y disfrutar de la serenidad de la noche estrellada en Cantavieja.

Nuestra visita a Cantavieja fue una inmersión en la autenticidad de los pueblos rurales de España. Esta joya escondida nos recordó la importancia de explorar lugares fuera de las rutas turísticas habituales y apreciar la belleza de lo que a menudo pasa desapercibido. Cantavieja se quedó en nuestros corazones como un lugar especial que siempre recordaremos con cariño.


Mejor irse y hacer falta, que quedarse y no significar nada.




Desde que conocí su locura me resultó irresistible. Aquella locura curó mis miedos.


 

Sé feliz, eso vuelve loca a la gente.







Donde no hay ganas, no insistas.



jueves, 28 de septiembre de 2023

Mirambel, Teruel, Aragón, España

 

Nuestro viaje en camper nos llevó a Mirambel, un hermoso pueblo en la provincia de Teruel, España. Este destino pintoresco resultó ser una joya oculta que valió la pena explorar.

Al llegar, nos quedamos impresionados por la arquitectura medieval bien conservada de Mirambel. Sus calles empedradas y estrechas estaban bordeadas por casas de piedra con balcones de hierro forjado y ventanas con detalles artísticos. Era como si el tiempo se hubiera detenido en este lugar encantador.

Una visita obligada fue el Castillo de Mirambel, una fortaleza imponente que se alzaba sobre el pueblo. Exploramos sus murallas y torres, disfrutando de vistas panorámicas del entorno rural circundante.

El centro del pueblo albergaba la Plaza Mayor, un lugar encantador para relajarse y disfrutar de un café en una de las terrazas al aire libre. La iglesia parroquial, con su fachada de estilo gótico, también era impresionante.

Para sumergirnos aún más en la cultura local, probamos la deliciosa gastronomía de la zona. Platos como el cordero asado y la comida casera nos dejaron con un sabor auténtico de la región.

Por la tarde, nos aventuramos en caminatas por los alrededores de Mirambel, explorando la belleza natural de los campos y bosques cercanos.

Para pasar la noche, encontramos un tranquilo rincón donde estacionar nuestra camper y disfrutar de la tranquilidad de la noche estrellada en Mirambel.

Este viaje en camper a Mirambel fue una experiencia única. Nos recordó la belleza de los pueblos rurales de España y la importancia de explorar lugares fuera de los destinos turísticos habituales. Mirambel se quedó en nuestros corazones como un lugar que nunca olvidaremos.

 




El cambio, es una puerta que tiene el picaporte únicamente del lado de adentro.



Las puertas sólo se abren para quien gira el picaporte.


A veces es bueno cerrar algunas puertas, no por orgullo ni soberbia, sino porque ya no llevan a ninguna parte.



Un rato de conversación con Jesús Marín, cuando me vio fotografiando el bocallaves de su casa. Un auténtico maestro masón del trabajo de la piedra, artesano de la construcción con piedra de cantería, autor de ventanas en ajimez con arcos polilobulados y un sótano con columnas de piedra maciza, arcos de medio punto y un maestro de la carpintería metálica. Pasamos con su compañía y su sabiduría uno de los momentos más deliciosos del viaje.


No basta con cerrar las puertas, también hay que cambiar la cerradura.






El camino de Tania, "coleccionista de momentos" como nosotros, se cruzó también con nuestro camino en Mirambel, Pasamos una relajada tarde de cervezas, con una estupenda conversación, de cosas de aquí y de su país,  hablando de todo y de nada, hasta que nos sorprendió la noche.
 

 

Hermenegildo y su mujer, nos abrieron la puerta de su casa, ella le regaló a Lola un injerto de enredadera, y él me enseñó su estudio de auténtico Leonardo Da Vinci. Decoración de dinteles, cuadros, tallas de madera, pinturas, esculturas, maquetas de proyectos.... Me estalló la cabeza, por la felicidad de encontrarme con alguien así.