sábado, 29 de marzo de 2025

Vinaixa, Lérida, España

 

En nuestro segundo viaje con la camper, llegamos al pintoresco pueblo de Vinaixa, en Lérida. La luz del amanecer iluminaba las calles empedradas y las fachadas de piedra, envolviendo todo con una atmósfera cálida y acogedora. Era como si el pueblo nos estuviera dando la bienvenida por segunda vez.

Nos adentramos nuevamente en sus calles tranquilas, sintiendo el aroma del campo mezclado con la frescura de la mañana. Frente a la imponente iglesia de San Juan Bautista, nos detuvimos en silencio, contemplando su historia y dejando que el viento nos llevara a imaginar las vidas pasadas de quienes habían transitado allí.

Descubrimos un mercado local lleno de productos frescos y artesanales. Los habitantes, amables y sinceros, nos regalaron momentos de conversación que nos hicieron sentir parte de su comunidad, aunque solo fuera por un instante.

Al caer la tarde, encontramos el lugar perfecto para estacionar la camper y ver el atardecer. Los colores del cielo eran vibrantes y envolventes, y mientras el sol se escondía en el horizonte, nos llenaba una sensación de paz y gratitud. Fue un día que quedó grabado en nuestra memoria, como todos esos pequeños momentos que convierten un viaje en algo especial.


El buen viajero siempre ha viajado mas de lo que recuerda y recuerda más de lo que ha viajado.












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