martes, 16 de julio de 2019

Arlés, Francia

Nuestro viaje en camper nos llevó a la histórica ciudad de Arlés, ubicada en el sur de Francia, una parada imprescindible en nuestro recorrido.

Arlés, con su rica herencia romana y su encanto provenzal, nos transportó a tiempos pasados. Las estrechas calles empedradas y las antiguas fachadas de las casas creaban una atmósfera auténtica. Caminar por el casco antiguo nos permitió descubrir su patrimonio histórico, como el Anfiteatro de Arlés, un impresionante vestigio del pasado que nos dejó maravillados.

Uno de los momentos más destacados fue nuestra visita a los jardines de Les Alyscamps, un antiguo cementerio romano con impresionantes avenidas flanqueadas de álamos. La atmósfera aquí era única y ligeramente melancólica, pero al mismo tiempo hermosa y serena.

El Café de Van Gogh, fué otro de nuestro punto a visitar obligatoriamente,  es conocido por su encanto rústico y su conexión con la historia del arte. Fue inmortalizado en una de las pinturas más famosas de van Gogh, "Café Terrace at Night", la cual retrata la terraza del café bajo un hermoso cielo estrellado. Visitando este lugar, nos sentimos como si hubiéramos entrado en una obra de arte.

Disfrutamos de una taza de café en la misma terraza que inspiró a van Gogh hace más de un siglo. Mientras saboreábamos nuestras bebidas, admiramos la arquitectura medieval y la atmósfera bohemia que rodeaba este histórico café. Nos sumergimos en la historia y la belleza de Arlés, y entendimos por qué este lugar fue una fuente de inspiración para uno de los artistas más célebres del mundo.

El Café de Van Gogh en Arlés fue verdaderamente imprescindible en nuestro viaje en camper, una experiencia que fusionó el arte, la historia.

 La comida en Arlés también fue un deleite. Probamos la deliciosa cocina provenzal en un encantador restaurante local. Los sabores regionales, con hierbas aromáticas y aceite de oliva, conquistaron nuestro paladar.

Para poner fin al día, disfrutamos de una hermosa puesta de sol sobre el río Ródano, que atraviesa la ciudad. Los colores cálidos del atardecer reflejados en el agua crearon un escenario impresionante.

Finalmente, pasamos la noche en nuestra camper, cerca de Arlés, bajo un cielo estrellado. Arlés nos ofreció un viaje en el tiempo y una experiencia única que atesoraríamos en nuestra memoria. Esta joya de la Provenza era verdaderamente imprescindible en nuestro viaje en camper.















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