El viaje en camper por Evora, Portugal, fue una experiencia cautivadora. Recorrimos las calles empedradas de su centro histórico, maravillándonos con la arquitectura medieval y los vestigios romanos, como el Templo de Diana y la Capilla de los Huesos.
Explorar los alrededores nos llevó a descubrir la belleza campestre: viñedos ondulantes, olivares interminables y pueblos pintorescos. Pasamos noches bajo un cielo estrellado en áreas naturales como el Parque Natural de la Sierra de São Mamede.
La gastronomía local nos sedujo con platos tradicionales como el bacalao y los pasteles de nata. Además, compartir momentos con lugareños nos brindó una visión auténtica de la cultura y la calidez de la gente de Evora.
Cada atardecer pintoresco nos recordaba la riqueza histórica y la serenidad de este lugar. Evora se convirtió en mucho más que un destino: se convirtió en un recuerdo imborrable de nuestro viaje en camper.
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| “No hay necesidad de estar aburrido en un mundo tan bonito como este” |
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