El viaje a Shipka nos llevó a un rincón de Bulgaria donde la historia y la majestuosidad de la naturaleza se entrelazan. Con nuestra camper como refugio, recorrimos este pequeño pueblo enclavado en los Balcanes Centrales, donde cada piedra parecía contar una historia de resistencia y libertad.
Nuestra parada fue la Iglesia Memorial de Shipka, una joya arquitectónica con cúpulas doradas que resplandecían bajo el sol. Construida en honor a los soldados rusos y búlgaros que lucharon en la Guerra ruso-turca de 1877-78, su interior nos envolvió con su solemnidad y belleza ortodoxa.
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