viernes, 6 de julio de 2018

Zamora, Castilla y León, España

En nuestro viaje en camper a Zamora, nos adentramos en una ciudad llena de historia y encanto, famosa por su impresionante conjunto de arquitectura románica.

Al llegar a Zamora, nos sorprendió su imponente casco antiguo, donde destacan numerosas iglesias, palacios y fortalezas que nos transportan a tiempos pasados. Comenzamos nuestro recorrido visitando la majestuosa Catedral de Zamora, una obra maestra del románico que nos dejó maravillados con su esplendor y detalles arquitectónicos.

Continuamos nuestro paseo por las calles empedradas, descubriendo plazas y rincones con encanto, como la Plaza Mayor y la Plaza de Viriato. Admiramos los palacios renacentistas y las antiguas murallas que rodean la ciudad, testigos de su rica historia.

Uno de los puntos destacados de nuestra visita fue el Castillo de Zamora, una imponente fortaleza que se alza sobre el río Duero. Desde sus murallas, disfrutamos de unas vistas panorámicas de la ciudad y del paisaje circundante.

No podíamos dejar de probar la rica gastronomía zamorana. Degustamos platos tradicionales como el queso zamorano, los embutidos y el famoso vino de la región. Los sabores auténticos y la calidad de los productos locales nos conquistaron.

Durante nuestra estancia, también aprovechamos para visitar algunos de los museos de la ciudad, como el Museo de Semana Santa, que alberga una impresionante colección de pasos y elementos relacionados con esta tradición religiosa tan arraigada en Zamora.

En resumen, nuestro viaje en camper a Zamora fue un viaje en el tiempo, donde nos sumergimos en la rica historia y la belleza arquitectónica de esta ciudad. Nos maravillamos con sus monumentos, disfrutamos de su gastronomía y nos sumergimos en su ambiente encantador. Fue una experiencia enriquecedora que nos dejó con recuerdos imborrables de esta joya cultural en el corazón de España.




















“Los turistas no saben dónde han estado, los viajeros no saben hacia dónde están yendo”. 













“De la manera que yo lo veo, la recompensa y el lujo más grande de viajar es, cada día, poder experimentar cosas como si fuera la primera vez, estar en una posición en la que casi nada nos es tan familiar como para darlo por sentado”.

“No sigas el sendero. Dirígete en cambio a donde no hay sendero y deja una huella”.








“Dos senderos se abrían en el bosque y yo… yo tomé el menos transitado”.

“Un viaje de mil millas ha de comenzar con un simple paso”

“No hay momento de mayor dicha en cualquier peregrinaje que el comienzo del mismo” 












Mosaicos

































“Un buen viajero no tiene planes fijos ni tampoco la intención de llegar” 

“Si rechazas la comida, ignoras la vestimenta, temes la religión y evitas a las personas, quizás sea mejor que te quedes en casa” 


































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