En nuestro viaje pasado en camper, decidimos visitar el encantador pueblo de Golling en Austria. Era un destino imprescindible en nuestro itinerario, conocido por su hermoso entorno natural, su castillo medieval y sus impresionantes cascadas.
Al llegar a Golling, nos encontramos rodeados de montañas majestuosas y paisajes pintorescos. Estacionamos nuestra camper en un área designada y nos adentramos en el casco antiguo del pueblo. Sus calles empedradas y casas tradicionales nos transportaron a un ambiente de cuento de hadas.
Uno de los lugares que no podíamos dejar de visitar fue el Castillo de Golling. Nos maravillamos con su arquitectura medieval y sus imponentes torres. Exploramos sus salones históricos y aprendimos sobre la rica historia del castillo y sus antiguos habitantes.
Otro punto destacado de nuestro viaje fue la visita a las Cascadas de Golling. Caminamos por senderos bien marcados y disfrutamos de la belleza y el poder de estas impresionantes cascadas. El sonido del agua cayendo y el rocío refrescante nos envolvieron mientras admirábamos la fuerza de la naturaleza.
Además de la belleza natural y el patrimonio histórico, también aprovechamos para disfrutar de la gastronomía local. Probamos platos tradicionales austriacos, como el apfelstrudel y el schnitzel, en acogedores restaurantes del pueblo. Cada bocado fue una delicia y nos permitió saborear los sabores auténticos de la región.
Durante nuestra estancia en Golling, también nos aventuramos a realizar algunas actividades al aire libre. Realizamos senderismo por los alrededores, explorando los senderos naturales y disfrutando de vistas panorámicas de los Alpes austriacos. Fue una experiencia revitalizante y nos permitió conectarnos con la naturaleza de manera profunda.
Después de unos días llenos de belleza natural, historia y delicias culinarias, nos despedimos de Golling con la promesa de regresar en el futuro. El pueblo nos dejó una impresión duradera, con su encanto auténtico y su entorno idílico. Fue un viaje lleno de momentos especiales y recuerdos que atesoraremos para siempre.
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