martes, 25 de junio de 2019

Salzburgo, Austria

En nuestro viaje pasado en camper, decidimos visitar la encantadora ciudad de Salzburgo en Austria. Era un destino imprescindible en nuestro itinerario, conocido por su rica historia, su arquitectura barroca y su conexión con el famoso compositor Wolfgang Amadeus Mozart.

Al llegar a Salzburgo, nos encontramos inmediatamente cautivados por su belleza. Estacionamos nuestra camper en un área designada y comenzamos a explorar el casco antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Sus calles empedradas, plazas encantadoras y edificios históricos nos transportaron a otra época.

Uno de los lugares que no podíamos dejar de visitar fue la Fortaleza de Hohensalzburg. Nos aventuramos a subir la colina para llegar a esta imponente fortaleza, que nos ofreció unas vistas panorámicas impresionantes de la ciudad. Exploramos sus murallas, sus salones y sus museos, aprendiendo sobre la historia y la importancia de la fortaleza en el pasado.

Continuamos nuestro recorrido por la ciudad visitando la Catedral de Salzburgo, una joya arquitectónica con su impresionante fachada y sus interiores magníficamente decorados. Nos quedamos maravillados con la belleza de la iglesia y aprovechamos para disfrutar de un momento de tranquilidad y contemplación.

No podíamos dejar de mencionar la casa natal de Mozart, ubicada en el corazón de la ciudad. Nos sumergimos en la vida y obra del famoso compositor austríaco, explorando las habitaciones donde creció y aprendiendo sobre su legado musical. Fue una experiencia única poder estar en el lugar donde nació uno de los genios musicales más grandes de la historia.

Durante nuestra estancia en Salzburgo, también aprovechamos para disfrutar de la música clásica en vivo que se ofrece en la ciudad. Asistimos a un concierto de música de Mozart en una de las iglesias históricas, donde pudimos apreciar la belleza y la emotividad de sus composiciones en un entorno íntimo.

Además de la cultura y la historia, también nos deleitamos con la gastronomía local. Probamos platos tradicionales como el Wiener Schnitzel, el strudel de manzana y los deliciosos chocolates Mozartkugel. Cada bocado fue una delicia y nos permitió saborear los sabores auténticos de Salzburgo.

Después de unos días llenos de exploración y descubrimientos, nos despedimos de Salzburgo con el deseo de regresar en el futuro. La ciudad nos dejó una impresión duradera, con su encanto histórico y su vibrante escena cultural. Fue un viaje lleno de experiencias inolvidables que siempre atesoraremos en nuestros recuerdos de viaje.








"Mi misión es matar el tiempo, y la del tiempo es matarme a mí. ¡Qué cómodo se encuentra uno entre asesinos!"




La utopía está en el horizonte, por tanto nunca se puede alcanzar, cuanto más te acercas más se aleja. La utopía nos sirve para darnos un motivo para caminar.








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