Nuestro viaje en camper nos llevó a la hermosa localidad de Villanueva de los Infantes. Este encantador pueblo, ubicado en la provincia de Ciudad Real, en España, nos recibió con su encanto histórico y sus sitios imprescindibles para visitar.
Al llegar a Villanueva de los Infantes, encontramos un lugar pintoresco para estacionar nuestra camper y comenzamos nuestra exploración. Nuestro primer destino fue la Plaza Mayor, un lugar emblemático y animado que se convirtió en el corazón de la ciudad. Admiramos los edificios históricos que rodeaban la plaza, con sus balcones de hierro forjado y sus fachadas llenas de encanto. Nos sentamos en una de las terrazas y disfrutamos de un café mientras observábamos la vida cotidiana del pueblo.
Después de relajarnos en la Plaza Mayor, nos dirigimos hacia el Convento de Santo Domingo, una joya arquitectónica que se remonta al siglo XV. Nos maravillamos con su fachada de estilo plateresco y entramos en su interior para descubrir su impresionante iglesia y sus claustros. Nos sentimos transportados a otra época mientras explorábamos sus pasillos y admirábamos las obras de arte y la arquitectura antigua.
Continuamos nuestro recorrido por Villanueva de los Infantes y nos encontramos con la Casa del Estudiante, una antigua residencia universitaria que albergó a estudiantes ilustres como Francisco de Quevedo. Visitamos su sala de lectura y su patio interior, maravillándonos con la atmósfera académica y la historia que impregnaban el lugar.
No podíamos dejar Villanueva de los Infantes sin visitar la Iglesia de San Andrés, una impresionante construcción del siglo XVI. Admiramos su torre campanario y su interior decorado con obras de arte religiosas. Nos tomamos un momento para disfrutar de la serenidad y la tranquilidad que se respiraba en este lugar sagrado.
Villanueva de los Infantes nos cautivó con su encanto histórico y su rica cultura. Sus calles empedradas, sus edificios antiguos y su ambiente acogedor nos hicieron sentir como si hubiéramos retrocedido en el tiempo. Fue una parada imprescindible en nuestro viaje en camper, y nos alegramos de haber tenido la oportunidad de descubrir sus tesoros ocultos. Sin duda, fue una experiencia memorable en nuestro itinerario viajero.
No esperes. Nunca va a ser el momento adecuado |
El destino nos hace coincidir, luego se queda mirando a que pongamos algo de nuestra parte. |
Las alas desplegadas son una bendición en pleno vuelo, cerradas son una carga. |
La belleza de las cosas solo existe en el espíritu de quien las contempla. |
Casa del Caballero del Verde Gabán que se menciona en el Quijote.
“–Yo,
señor Caballero de la Triste Figura, soy un hidalgo natural de un lugar
donde iremos a comer hoy, si Dios fuere servido. Soy más que
medianamente rico y es mi nombre don Diego de Miranda; paso la vida con
mi mujer, y con mis hijos, y con mis amigos; mis ejercicios son el de la
caza y pesca, pero no mantengo ni halcón ni galgos, sino algún perdigón
manso, o algún hurón atrevido. Tengo hasta seis docenas de libros,
cuáles de romance y cuáles de latín, de historia algunos y de devoción
otros; los de caballerías aún no han entrado por los umbrales de mis
puertas. Hojeo más los que son profanos que los devotos, como sean de
honesto entretenimiento, que deleiten con el lenguaje y admiren y
suspendan con la invención, puesto que destos hay muy pocos en España.
Alguna vez como con mis vecinos y amigos, y muchas veces los convido;
son mis convites limpios y aseados, y no nada escasos; ni gusto de
murmurar, ni consiento que delante de mí se murmure; no escudriño las
vidas ajenas, ni soy lince de los hechos de los otros; oigo misa cada
día; reparto de mis bienes con los pobres, sin hacer alarde de las
buenas obras, por no dar entrada en mi corazón a la hipocresía y
vanagloria, enemigos que blandamente se apoderan del corazón más
recatado; procuro poner en paz los que sé que están desavenidos; soy
devoto de nuestra Señora, y confío siempre en la misericordia infinita
de Dios nuestro Señor.”(cap. XVI, II) Del Ingenioso e Hidalgo D Quijote de la Mancha.
A Sancho le pareció tan buen cristiano que le llamó “santo a la jineta”, lo que despertó la risa en D. Quijote |
Ser bueno no es sinónimo de ser idiota, ser bueno es una actitud que los idiotas no entienden. |
El erotismo es una de las bases del conocimiento de uno mismo, tan indispensable como la poesía. |
Aquello que no queremos ver, suele ser lo que más necesitamos mirar. |
Suéñame que yo te despierto.
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El café caliente y los orgasmos contra la pared. |
Me di cuenta de que perdí absolutamente, la capacidad de quedarme en los lugares, donde se me apaga la sonrisa. |
Cuando hagas algo noble y hermoso y nadie se de cuenta, no estés triste, el amanecer es un espectáculo hermoso y la mayor parte de la audiencia duerme todavía. |
Cuando piensas o crees saber, eres del montón de la otra gente. Cuando sientes, eres tu mismo. |
Ni mantengas a quien se va, ni rechaces a quien venga. |
Podría tener cada parte de ti presionando contra mi, y aún así desearte más cerca. |
El frote de los cuerpos no define el amor, así como el roce de una cuerda por el dedo, no define la música. |
Hay dos cosas que sigo amando, desnudar un libro y leer a una mujer. |
Si tienes una lista larga de amigos, hazla con lápiz, el tiempo te dirá por qué. |
Reemplazando una taza de café por otra de te verde, puedes eliminar el 90% de la poca felicidad que queda en tu miserable vida. |
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Celda donde murió Quevedo |
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