El viaje en camper a Muxía fue una experiencia llena de descubrimientos y espiritualidad. nos acercamos por pintorescas carreteras costeras, disfrutando de las impresionantes vistas del océano Atlántico y la brisa marina. Muxía, un pueblo costero en la costa gallega, nos esperaba con su rica historia y su conexión con la tradición y la espiritualidad.
Al llegar a Muxía, encontramos un lugar encantador para estacionar nuestra camper cerca del centro del pueblo. El sonido de las olas rompiendo en la costa y el aroma a sal nos envolvieron mientras nos instalábamos y nos preparábamos para explorar esta tierra llena de misticismo.
Comenzamos nuestro recorrido en el famoso Santuario de Nosa Señora da Barca, un lugar sagrado y emblemático. Caminamos por los alrededores del santuario, maravillándonos con las rocas talladas por el mar y las impresionantes vistas del océano. Sentimos la energía especial que emanaba del lugar, conectando con la espiritualidad y la historia que rodea a Muxía.
Continuamos nuestro viaje hacia el faro de Muxía, situado en un acantilado con vistas panorámicas del océano. Desde allí, contemplamos la inmensidad del mar y los majestuosos acantilados que se adentraban en el agua. Era un lugar de una belleza indescriptible, donde la naturaleza se mostraba en todo su esplendor.
Nos aventuramos a explorar las playas de Muxía, caminando por la arena dorada y dejándonos llevar por el sonido relajante de las olas. Admiramos la tranquilidad de estos espacios naturales y disfrutamos de la serenidad que nos ofrecían.
Además de sumergirnos en la belleza natural y la gastronomía, también tuvimos la oportunidad de interactuar con los lugareños, quienes nos recibieron con calidez y amabilidad. Conversamos con ellos, aprendiendo sobre las tradiciones y la historia de Muxía, y nos sentimos acogidos en esta comunidad tan especial.
Cada día en Muxía nos brindó nuevas experiencias y descubrimientos. Nos llevamos recuerdos inolvidables de nuestro viaje en camper, donde nos conectamos con la espiritualidad, disfrutamos de la belleza natural y nos sumergimos en la rica cultura y tradición de este pueblo gallego. Guardamos en nuestros corazones la paz que se respira, la magia del mar y la esencia única de Muxía.
A veces, cuando cierro los ojos, no puedo ver, aunque mire. |
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