En nuestro segundo viaje a la encantadora ciudad de Guimarães en Portugal. Después de haber disfrutado tanto de nuestra primera visita, estábamos ansiosos por explorar más de esta joya histórica.
Una vez más, nos dejamos cautivar por el encanto del casco antiguo de Guimarães. Paseamos por las calles adoquinadas y nos maravillamos con la arquitectura medieval de las casas y edificios. Visitamos nuevamente el Castillo de Guimarães, donde nos deleitamos con las vistas panorámicas de la ciudad y aprendimos más sobre su historia.
Esta vez, decidimos adentrarnos en algunos de los museos de Guimarães para descubrir más sobre su patrimonio cultural. Visitamos el Museo de Alberto Sampaio, que alberga una impresionante colección de arte sacro y objetos históricos. También exploramos el Museo de la Cultura Castreja, que nos sumergió en la cultura y el modo de vida de los antiguos habitantes de la región.
No podíamos resistir la tentación de degustar una vez más la deliciosa gastronomía de Guimarães. Probamos platos tradicionales como el "arroz de cabidela", un arroz preparado con sangre de pollo, y los sabrosos embutidos locales. También nos permitimos disfrutar de los dulces típicos, como los "folhados de Guimarães", unos pasteles hojaldrados rellenos de crema pastelera.
Además de recorrer nuevamente los lugares emblemáticos de la ciudad, nos aventuramos a explorar los alrededores de Guimarães. Descubrimos hermosos paisajes naturales, como el Parque Natural das Penas Roias, donde pudimos disfrutar de caminatas tranquilas y respirar aire fresco.
En resumen, nuestro segundo viaje a Guimarães nos permitió profundizar en su rica historia y descubrir más rincones encantadores de esta ciudad. Volvimos a quedar fascinados por su patrimonio cultural, su arquitectura medieval y su deliciosa gastronomía. Guimarães sin duda se ha convertido en uno de nuestros destinos favoritos y no descartamos volver en futuros viajes.
Lo bueno de una vida social como la mía, es que estoy en cuarentena y ni lo noto. |