Durante nuestro segundo viaje a Tomar, en Portugal, estábamos emocionados de regresar a esta histórica ciudad llena de encanto y misterio. Recordábamos la grandiosidad del Convento de Cristo y estábamos ansiosos por explorar más a fondo sus impresionantes detalles arquitectónicos y su rica historia.
Una vez más, nos adentramos en el Convento de Cristo, maravillándonos con su arquitectura gótica y renacentista. Recorrimos sus claustros, pasillos y salas decoradas con hermosos azulejos y detalles ornamentales. Visitamos la iglesia principal, donde nos detuvimos a admirar los magníficos retablos y esculturas.
También aprovechamos la oportunidad para explorar el Castillo de Tomar, que se encuentra dentro del recinto del convento. Subimos por las empinadas escaleras de piedra y disfrutamos de las vistas panorámicas de la ciudad desde lo alto de las murallas. Nos imaginamos cómo sería la vida en la época medieval mientras recorríamos las antiguas salas y torres del castillo.
Paseamos por las calles empedradas de Tomar, disfrutando de su encanto y atmósfera única. Nos detuvimos en una de las tabernas locales para probar la deliciosa gastronomía de la región, como el bacalao a bras o los pasteles de nata. También visitamos el mercado local, donde nos deleitamos con la variedad de productos frescos y tradicionales.
Durante nuestra estancia en Tomar, no podíamos dejar de lado una visita al río Nabão. Recorrimos sus orillas, disfrutando de la tranquilidad y belleza del entorno natural. Nos sorprendió la claridad del agua y la serenidad que se respiraba en este lugar.
Tomar nos cautivó una vez más con su rica historia y su encanto medieval. Nos despedimos de la ciudad con la promesa de regresar en futuros viajes para seguir explorando sus tesoros ocultos y sumergiéndonos en su atmósfera única.
Quien busque el infinito, que cierre los ojos... |
La mayoría de las veces no necesitas un nuevo camino. Necesitas una nueva forma de caminar |
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