Hace algún tiempo, decidimos emprender un viaje en nuestra camper con destino a la hermosa ciudad de Gijón. Con entusiasmo y ganas de explorar, nos adentramos en las carreteras que nos llevarían a descubrir lo imprescindible que esta vibrante ciudad tenía para ofrecernos.
El viaje en la camper fue emocionante, disfrutando del paisaje en constante cambio que nos rodeaba. Finalmente, llegamos a Gijón y encontramos un lugar tranquilo y acogedor para estacionar nuestra camper. Desde allí, comenzamos nuestra aventura por las calles y rincones de esta encantadora ciudad costera.
Una de las paradas imprescindibles en nuestro itinerario fue el paseo marítimo de Gijón. Recorrimos sus amplias y animadas aceras, disfrutando del aroma del mar y la brisa refrescante. Las playas nos tentaban con su arena dorada y sus aguas cristalinas, así que no pudimos resistirnos a dar un agradable paseo a lo largo de la costa.
Continuamos nuestro recorrido por el casco antiguo de la ciudad, conocido como Cimavilla. Sus calles estrechas y empedradas nos transportaron a épocas pasadas, mientras explorábamos sus coloridos edificios y descubríamos encantadoras plazas y plazuelas. Nos detuvimos en algún café tradicional para probar las delicias gastronómicas locales, como la sidra y los platos de marisco fresco.
Una visita al imponente puerto deportivo de Gijón también estaba en nuestra lista de imprescindibles. Observamos los barcos y veleros mientras disfrutábamos de las vistas panorámicas del mar. La animada actividad y la energía del lugar nos envolvieron, dejándonos con una sensación de vitalidad y emoción.
No podíamos irnos de Gijón sin visitar el Museo del Ferrocarril de Asturias. Allí, nos sumergimos en la historia del transporte ferroviario y exploramos una impresionante colección de locomotoras y vagones antiguos. Fue un viaje fascinante al pasado y una oportunidad para aprender sobre la importancia del ferrocarril en el desarrollo de la región.
Después de días llenos de exploración y descubrimientos, nos despedimos de Gijón con la certeza de haber vivido una experiencia inolvidable. Esta ciudad nos regaló momentos de diversión, cultura y contacto con la naturaleza, dejándonos con la sensación de haber conocido un lugar único.
Mientras partíamos en nuestra camper, llevábamos con nosotros los recuerdos de los atardeceres en la playa, las risas en las calles animadas y la calidez de la gente de Gijón. Siempre recordaremos este viaje como una aventura llena de momentos preciosos y la promesa de seguir explorando nuevos destinos que nos sorprendan y nos hagan sentir vivos.
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No se quién soy, ni qué quiero, ni a donde voy, el resto todo bien.
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