Potes, Cantabria, España

Hace algún tiempo, emprendimos un segundo viaje en nuestra camper con destino a Potes, un encantador pueblo ubicado en pleno corazón de los Picos de Europa, en la provincia de Cantabria. Después de haber visitado este lugar en una ocasión anterior, estábamos emocionados por regresar y descubrir nuevas maravillas que nos esperaban.

El viaje en la camper fue una vez más una experiencia llena de aventuras y hermosos paisajes. Conocíamos el camino sinuoso que nos conduciría hasta Potes, pero esta vez disfrutamos de vistas diferentes y apreciamos aún más la belleza de los paisajes montañosos que nos rodeaban.

Al llegar a Potes, nos recibió con su encanto característico. Nos dirigimos al casco antiguo y nos sumergimos en sus estrechas calles empedradas, admirando la arquitectura tradicional y las fachadas de piedra que le otorgan un ambiente medieval único. Visitamos nuevamente la imponente Torre del Infantado y nos dejamos llevar por la magia que envolvía cada rincón del lugar.

Una de las experiencias imprescindibles en este segundo viaje fue la exploración de los alrededores de Potes. Nos aventuramos en nuevas rutas de senderismo que nos llevaron a lugares de una belleza asombrosa. Caminamos por senderos que nos llevaron a miradores desde donde pudimos contemplar el esplendor de los Picos de Europa en todo su esplendor.

Además, no podíamos dejar de deleitarnos con la gastronomía local. Visitamos restaurantes y bares donde probamos platos tradicionales como el cocido lebaniego, el orujo y los deliciosos postres típicos de la zona. Cada bocado nos recordaba por qué Potes es conocido por su rica y sabrosa cocina.

Durante nuestro segundo viaje, también tuvimos la oportunidad de explorar lugares cercanos a Potes que no habíamos visitado antes. Nos aventuramos en el Parque Natural de los Collados del Asón, donde disfrutamos de hermosas cascadas y paisajes de ensueño. También visitamos el Monasterio de Santo Toribio de Liébana, un lugar sagrado que guarda importantes reliquias religiosas.

Después de días llenos de nuevas experiencias y descubrimientos, nos despedimos de Potes una vez más con un sentimiento de gratitud y felicidad. Este pueblo y su entorno nos habían brindado momentos inolvidables, paisajes impresionantes y una conexión especial con la naturaleza.

Mientras partíamos en nuestra camper, llevábamos con nosotros los recuerdos de este segundo viaje a Potes. Este lugar se había convertido en un destino al que siempre querremos regresar, donde la belleza de los Picos de Europa y la calidez de su gente nos esperan con los brazos abiertos.