Durante nuestro viaje en camper, decidimos hacer una parada en Serradilla, un tranquilo pueblo situado en la provincia de Cáceres, en España. Serradilla es conocida por su belleza natural y su rica tradición cultural.
Al llegar a Serradilla, nos impresionaron sus hermosos paisajes. El pueblo está rodeado de impresionantes montañas y bosques, lo que lo convierte en un destino perfecto para los amantes de la naturaleza. Decidimos hacer una caminata por los senderos cercanos y disfrutar de las vistas panorámicas.
Además de su entorno natural, Serradilla también cuenta con un interesante patrimonio cultural. Visitamos la Iglesia de San Pedro Apóstol, una encantadora iglesia construida en el siglo XVI. También exploramos el casco antiguo del pueblo, paseando por sus estrechas calles empedradas y admirando la arquitectura tradicional.
Tuvimos que salir rápido de allí porque había señales que nos prohibieron pernoctar Por supuesto, no pudimos probar la deliciosa gastronomía del bar de la Serradilla ni probar sus platos tradicionales como la caldereta de cordero, el gazpacho extremeño y los dulces típicos de la zona. Esperemos que los dirigentes alguna vez comprendan que el turismo en caravana o camper, pagamos nuestros impuestos para tener los mismos derechos que cualquier vehículo.
En resumen, nuestra visita a Serradilla fue una experiencia casi encantadora. Disfrutamos de su entorno natural, exploramos su patrimonio cultural y no pudios sumergimos en su vida local porque nos echaron al caer la noche. Fue un destino casi perfecto para relajarnos un poco, en esta hermosa región de España.

Cuándo no son los del "hay untamiento", son los verdes y si no los follalechugas y es que algunos son "más tontos que la pata un arca", lo malo es que aunque se inventen señales que no están reconocidas por el código de circulación, y la masa gris sólo les dé para no cagarse encima durante el día, pero no puedan distinguir entre aparcar y acampar, tienen blocs para tomar tus datos y se pagan los abogados para defenderse con nuestro dinero, el mismo que ya no nos gastamos en los establecimientos de esos municipios, bares, supermercados, tiendas de regalos, souvenirs, servicios... etc. porque si fuéramos árboles tendríamos raíces pero tenemos ruedas, y es que el que a hierro mata a hierro muere. Pues no les queda nada que aprender de Europa.
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