El sol brillaba en el cielo despejado mientras recorríamos las carreteras de España en nuestro emocionante viaje en camper. Nuestro siguiente destino era Peñafiel, en la provincia de Valladolid, un lugar que habíamos escuchado que no podíamos dejar de visitar.
Conducíamos por pintorescos paisajes de viñedos y colinas cubiertas de verde mientras nos acercábamos a Peñafiel. La ciudad se erguía majestuosamente en lo alto de una colina, dominada por su impresionante castillo. A medida que nos acercábamos, podíamos ver sus altas murallas y torres imponentes, que parecían transportarnos a épocas pasadas.
Aparcamos nuestra camper y nos dirigimos hacia el castillo, ansiosos por explorar su historia y sus tesoros. Subimos por las empinadas calles empedradas, disfrutando de las vistas panorámicas que se iban desplegando a medida que ascendíamos.
Al llegar al castillo, nos maravillamos con su arquitectura medieval y su imponente presencia. Nos adentramos en su interior y descubrimos que albergaba el Museo Provincial del Vino, un lugar que nos sumergió en la cultura vitivinícola de la región. Aprendimos sobre la tradición vinícola de Peñafiel y su importancia en la historia de la zona.
Después de nuestra visita al castillo, nos perdimos por las estrechas calles del centro histórico de Peñafiel. Admiramos las casas de piedra y los balcones floridos, y nos detuvimos en la Plaza del Coso, donde disfrutamos de la animada atmósfera y saboreamos algunos platos tradicionales en los acogedores restaurantes.
Con el corazón lleno de recuerdos y la cámara llena de fotos, nos despedimos de Peñafiel. Nos subimos de nuevo a nuestra camper y continuamos nuestro viaje, sabiendo que habíamos descubierto un tesoro escondido en esta encantadora ciudad castellana.
Un día de preocupación es más agotador que un día de trabajo. |
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Hay momentos en los que miras atrás y no sabes exactamente qué pasó. Sólo sabes que, desde que pasó, nada volvió a ser lo mismo. |
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