miércoles, 27 de junio de 2018

Valladolid, Castilla y León, España

Valladolid, donde la historia y la modernidad se entrelazan en un escenario encantador.

Iniciamos nuestra exploración en la Plaza Mayor, corazón bullicioso de la ciudad. Este espacio histórico, rodeado de arquitectura renacentista, nos transportó a épocas pasadas. Nos sumergimos en la vida local mientras disfrutábamos de un café en una de las terrazas animadas.

Caminando por las calles empedradas, llegamos a la Catedral de Valladolid, una obra maestra gótica que se alza majestuosamente. Su interior nos dejó sin aliento con sus vidrieras coloridas y detalles arquitectónicos impresionantes.

El río Pisuerga nos llamó, y nos dirigimos al Puente Mayor para disfrutar de vistas panorámicas. La brisa fresca y la serenidad del río crearon un contraste encantador con la energía vibrante del centro.

Explorar la Casa de Cervantes fue un viaje literario en sí mismo. Conocer más sobre la vida de Miguel de Cervantes añadió una capa de profundidad cultural a nuestro periplo.

La experiencia gastronómica fue inolvidable, con paradas en mercados locales y tabernas tradicionales. Probamos especialidades como el lechazo asado y los vinos de la región.

Valladolid, con su mezcla de historia, arte y delicias culinarias, se convirtió en un capítulo entrañable de nuestro viaje en camper, prometiendo regresar para seguir descubriendo sus encantos.

Al siguiente día, aprovechamos para hacer visitas familiares, ya que tenemos primos en la ciudad, con quienes compartimos momentos memorables y entrañables,























Con mis primos de Valladolid, Salvador y Juanjo, dando buena cuenta de los vinos de la tierra, recordando historias de juventud y de la casa de los abuelos de Almería.
























































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