domingo, 15 de noviembre de 2015

Mérida, Badajoz, Extremadura, España


Mérida, una ciudad con una historia que respira en cada rincón. Comenzamos nuestro recorrido en el majestuoso Teatro Romano, donde nos maravillamos con la grandiosidad de la arquitectura y la historia que encierra cada piedra.

Continuamos hacia el Anfiteatro Romano, imaginando los ecos de los espectáculos que una vez resonaron en sus muros. Luego, nos sumergimos en el Museo Nacional de Arte Romano, deleitándonos con su impresionante colección de artefactos históricos.

El Templo de Diana nos recibió con su imponencia y misterio, transportándonos a épocas pasadas. Después, nos adentramos en el puente romano sobre el río Guadiana, observando cómo su estructura perdura en el tiempo.

Los restos de la Alcazaba Árabe nos llevaron a un viaje por la influencia árabe en la región, y el Circo Romano nos hizo revivir los emocionantes momentos de las carreras de cuadrigas.

Con cada paso, Mérida nos contó historias de civilizaciones pasadas. Su legado arqueológico y su encanto cultural nos cautivaron, convirtiendo nuestro viaje en camper en una experiencia enriquecedora e inolvidable.




















sábado, 14 de noviembre de 2015

Toro, Zamora, Castilla y León, España

Nuestro viaje en camper nos llevó a la pintoresca ciudad de Toro, donde cada rincón estaba impregnado de historia y carácter. Estos lugares imprescindibles se convirtieron en las joyas de nuestra aventura.

Nos adentramos en el corazón histórico de Toro con la visita a esta impresionante colegiata de Santa Maria la Mayor . Sus imponentes arcos y vitrales nos sumergieron en la riqueza arquitectónica y espiritual de la ciudad.

El centro neurálgico de la vida social y cultural de Toro. La Plaza Mayor, con sus edificios con soportales y la estatua del Cid, nos ofreció un ambiente vibrante y acogedor.

Un icono que domina el horizonte. El castillo de Toro, testigo de siglos de historia, nos permitió contemplar las vistas panorámicas de la ciudad y sus alrededores. Un viaje al pasado entre sus muros.

Una joya arquitectónica que capturó nuestra atención fue la Iglesia del Santo Sepulcro. Su estructura circular y su interior lleno de detalles nos sumergieron en la espiritualidad y la artesanía medieval.

Toro es famoso por sus vinos, y este museo del Vino Pagos del Rey fue una parada obligatoria. Descubrimos el proceso de producción y degustamos algunos de los mejores caldos de la región.

Un paseo tranquilo nos llevó a este encantador puente de Piedra sobre el Duero. Desde aquí, admiramos las aguas serenas del río Duero y disfrutamos de la conexión entre la naturaleza y la arquitectura.

Probamos la auténtica cocina toresana. Desde el queso zamorano hasta platos tradicionales como el queso de oveja, cada bocado era una celebración de los sabores locales.

Toro, con su fusión de historia, arquitectura y delicias gastronómicas, se convirtió en un capítulo inolvidable de nuestro viaje en camper.


















     En un cortijo grande, el que es tonto se muere de hambre.

                                








Cáceres, Extremadura, España


Nos sumergimos en la rica historia y la arquitectura cautivadora de Cáceres. Los lugares imprescindibles que exploramos hicieron de nuestro viaje una experiencia inolvidable.

Nos sumergimos en el Casco Antiguo - Ciudad Monumental corazón de Cáceres, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Calles empedradas, plazas encantadoras y edificios medievales nos transportaron a otra época.

El Centro neurálgico de la ciudad, la Plaza Mayor nos recibió con su encanto. Cafés y restaurantes rodeaban la plaza, brindándonos la oportunidad de disfrutar de la animada atmósfera local.

Un testimonio arquitectónico impresionante. La Catedral de Santa María, con su mezcla de estilos gótico y renacentista, nos dejó maravillados. Explorar sus capillas y navegar por su historia fue una experiencia enriquecedora.

En Palacio de las Veletas - Museo de Cáceres: Descubrimos las joyas artísticas y arqueológicas en este palacio renacentista. Desde artefactos prehistóricos hasta obras maestras de pintura, el museo nos ofreció un viaje a través del tiempo.

El Balcón de los Pozos: Un rincón pintoresco que nos brindó vistas espectaculares de los alrededores. Desde aquí, contemplamos el paisaje urbano y las torres históricas que definen la silueta de la ciudad.

En busca de tranquilidad, nos dirigimos al Parque del Príncipe. Espacios verdes, estanques y esculturas hicieron de este parque un lugar perfecto para relajarnos y disfrutar de la naturaleza en plena ciudad.

Degustamos los sabores de la región. Desde platos de jamón ibérico hasta quesos locales, la gastronomía extremeña se convirtió en una parte esencial de nuestra experiencia.

Cáceres, con su fusión de historia, cultura y belleza natural, se reveló como un destino que cautiva los sentidos y alimenta el alma.