Comillas. Este encantador pueblo costero nos recibió con su belleza y su ambiente relajado.
Pudimos disfrutar de las playas cercanas, como la Playa de Comillas, con sus aguas cristalinas y paisajes de ensueño. Además, exploramos los jardines del Palacio de Sobrellano y quedamos maravillados por su arquitectura. La Universidad Pontificia de Comillas también fue un punto destacado, con su diseño arquitectónico único.
La gastronomía local no nos decepcionó. Probamos platos tradicionales cántabros en acogedores restaurantes del pueblo. Los mariscos y pescados frescos fueron particularmente deliciosos.
Nuestro viaje en camper nos permitió experimentar la tranquilidad y la belleza de Comillas a nuestro propio ritmo. Esta parada se convirtió en uno de los recuerdos más queridos de nuestro viaje por Cantabria y definitivamente recomendamos a otros viajeros que descubran la magia de Comillas en autocaravana.
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