San Sebastián, en la provincia de Guipúzcoa, España. Nos dirigimos hacia esta hermosa ciudad costera con entusiasmo y ganas de descubrir todos sus encantos.
Al llegar, nos cautivó la belleza de la bahía de La Concha, con su playa de arena dorada y su icónico paseo marítimo bordeado de elegantes edificios. Aprovechamos para dar un paseo a lo largo de la bahía, disfrutando de las vistas panorámicas y del aire fresco del mar.
Uno de los lugares que visitamos fue el casco antiguo de la ciudad, conocido como Parte Vieja. Nos perdimos por sus estrechas calles empedradas, descubriendo encantadoras plazas y pintorescos rincones. Nos dejamos llevar por el ambiente animado de sus bares y restaurantes, donde probamos deliciosos pintxos, una de las especialidades culinarias de la región.
No podíamos dejar de visitar el famoso edificio Kursaal, sede del Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Su diseño moderno y vanguardista nos impresionó, y aprovechamos para disfrutar de un paseo por los alrededores, donde también se encuentra el imponente Puente de María Cristina.
Otro lugar imprescindible que visitamos fue el Monte Urgull, que se eleva sobre la ciudad y ofrece unas vistas espectaculares. Subimos a pie hasta la cima, admirando el paisaje y descubriendo los restos de la antigua fortaleza que protegía la ciudad. Además, nos maravillamos con la escultura del Sagrado Corazón, que corona la cumbre y es uno de los símbolos más emblemáticos de San Sebastián.
Por supuesto, no podíamos dejar de disfrutar de las playas de la ciudad. Nos relajamos en la playa de La Concha, disfrutando del sol y el mar, y también visitamos la playa de Zurriola, muy popular entre los surfistas.
En resumen, nuestra visita a San Sebastián fue una experiencia inolvidable. Nos enamoramos de su belleza costera, su rica cultura gastronómica y su encanto único. San Sebastián es sin duda un destino imprescindible para aquellos que buscan combinar playa, buena comida y una atmósfera vibrante.

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