viernes, 13 de noviembre de 2015

Vigo, Pontevedra, Galicia, España

En nuestro viaje en camper a Vigo, nos adentramos en una ciudad llena de energía y vitalidad, situada en la hermosa costa gallega.

Al llegar a Vigo, nos impresionó su puerto, uno de los más importantes de Europa. El bullicio de los barcos y la actividad constante nos envolvieron mientras explorábamos la zona marítima. Desde allí, nos dirigimos hacia el centro de la ciudad, donde nos esperaba una gran variedad de experiencias.

Paseamos por las animadas calles del casco antiguo, disfrutando de la arquitectura tradicional y de la atmósfera animada de sus plazas y terrazas. Nos detuvimos en la famosa Rúa de Oyster, donde probamos algunas de las mejores ostras frescas de la región, acompañadas de un buen vino albariño.

Uno de los puntos destacados de nuestra visita fue el Monte de O Castro, desde donde disfrutamos de unas vistas impresionantes de la ciudad y la ría de Vigo. Nos perdimos por los senderos del parque y nos maravillamos con la exuberante vegetación y la tranquilidad que reinaba en el lugar.

También nos adentramos en las playas de Vigo, como la Playa de Samil, donde disfrutamos de un relajante día de sol y mar. Sus aguas cristalinas y su arena dorada nos brindaron momentos de paz y descanso.

No podíamos dejar de visitar el Mercado de la Piedra, un lugar emblemático donde encontramos productos frescos de la región, como mariscos, pescados y verduras. Allí abastecimos nuestra despensa y disfrutamos de la auténtica gastronomía gallega en nuestra propia camper.

El viaje a Vigo también nos permitió descubrir sus alrededores. Nos aventuramos a las Islas Cíes, un auténtico paraíso natural, donde pudimos disfrutar de sus playas de aguas cristalinas y senderos naturales. Fue una experiencia inolvidable.

Nuestro viaje en camper a Vigo fue una mezcla de cultura, gastronomía, naturaleza y diversión. Nos sumergimos en la esencia de esta vibrante ciudad, explorando cada rincón y viviendo momentos únicos. Sin duda, fue un destino que nos dejó recuerdos imborrables y ganas de volver.










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