lunes, 10 de junio de 2024

San Juan Pie de Puerto, Francia


El motor de nuestra camper rugió suavemente al dejar atrás la última curva, y allí, ante nosotros, apareció San Juan Pie de Puerto. Este pintoresco pueblo francés, a las faldas de los Pirineos, prometía un viaje lleno de historia, cultura y paisajes espectaculares.

Llegamos justo cuando el sol comenzaba a teñir el cielo de tonos dorados. Aparcamos nuestra camper cerca de las murallas medievales que rodean el casco antiguo. Desde la ventana de nuestro vehículo, pudimos divisar las calles empedradas y las antiguas casas de piedra, adornadas con geranios rojos que colgaban de los balcones.

Empezamos nuestro recorrido por la Rue de la Citadelle, la calle principal, que nos condujo a través de un portal de piedra hacia el corazón del pueblo. Cada paso sobre los adoquines parecía transportarnos a otra época. Las tiendas artesanales y los cafés acogedores nos invitaban a detenernos y saborear la esencia de San Juan Pie de Puerto.

Uno de los puntos más destacados fue nuestra visita a la ciudadela, situada en la colina que domina el pueblo. La caminata hasta la cima fue recompensada con vistas impresionantes del valle y los Pirineos. Desde allí, pudimos apreciar la estructura defensiva y aprender sobre la rica historia militar de la región.

San Juan Pie de Puerto es famoso por ser un punto de partida del Camino de Santiago. Observamos a los peregrinos, con sus mochilas y conchas, preparándose para su viaje espiritual. Visitamos la Iglesia de Notre-Dame du Bout du Pont, donde muchos peregrinos recibían bendiciones antes de emprender su camino. La atmósfera estaba impregnada de esperanza.

Decidimos probar la cocina local en uno de los bistro tradicionales del pueblo. Disfrutamos de un delicioso surtido compuesto por tapas  típicas del País Vasco francés, como el Axoa  y el gâteau basque. Cada bocado era un festín de sabores auténticos, enriquecido con sidra fresca de la región.

Al caer la noche, el pueblo se envolvió en una atmósfera mágica. Las luces de las farolas iluminaban suavemente las calles, creando reflejos dorados en el río Nive que serpentea a través del pueblo con sus bonitos puentes. Paseamos tranquilamente, disfrutando del silencio roto solo por el suave murmullo del agua y el canto lejano de los grillos.

Nuestro viaje a San Juan Pie de Puerto fue una mezcla perfecta de historia, naturaleza y cultura. Nos despedimos de este encantador pueblo con el corazón lleno de recuerdos y la promesa de regresar algún día. Al emprender el camino de regreso, la silueta de San Juan Pie de Puerto se desvanecía en el espejo retrovisor, pero sus huellas quedaban grabadas en nuestra memoria para siempre.


Mi misión es matar el tiempo y la de éste matarme a su vez. Se está bien entre asesinos.



El ser humano es tan malvado y egoísta, que es necesario hablarle de una recompensa en otra vida, para que haga algo bien en ésta.


Cuando vemos a personas altamente educadas y sensibles contemplando la opresión y la persecución sin reaccionar, no sabemos qué despreciar más, el cinismo o le ceguera.






Aislamiento, control, incertidumbre, repetición del mensaje y manipulación emocional, son técnicas utilizadas para lavar el cerebro.


La alta tecnología nos ha prestado un gran servicio, nos ha enseñado el placer de realizar tareas simples y primordiales, como cortar leña, encender un fuego, sacar agua de un manantial...


En un planeta que se parece cada vez mas a una enorme prisión de máxima seguridad, la única opción inteligente es planificar una fuga.


Si siempre ves tu vaso medio vacío, cambia la bebida a uno más pequeño y deja de quejarte.


Al poder le pasa como al nogal, no deja crecer nada bajo su sombra.


Te das cuenta que ya no eres tan joven porque antes te caías y tus amigos se reían, ahora te caes y tus amigos se preocupan.




El mejor momento de tu vida, es cuando no te interesa la vida de nadie y tampoco  te importa lo que piensen de ti.

El hombre está hecho de tal manera que cuando algo enciende su alma, las imposibilidades se desvanecen.


La soledad es peligrosa, es adictiva, una vez que te das cuenta de cuánta paz hay en ella, no quieres lidiar más con la gente.



La felicidad no llega cuando conseguimos lo que deseamos, llega cuando disfrutamos de lo que tenemos.


No necesitamos dinero para salir de donde estamos, necesitamos un cambio de mentalidad.




El sistema no teme al pobre que tiene hambre, teme al pobre que sabe pensar.


Bienaventurados los que apaguen la televisión, porque ellos pensarán.


Has notado que cuando no te dejas pisotear, la gente comienza a decir que tienes un carácter muy difícil.


 

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