lunes, 2 de junio de 2025

Brașov, Rumanía

 Nuestro viaje continúa y la camper avanza por las serpenteantes carreteras que nos llevan a Brașov, la joya medieval de Rumanía. A medida que nos acercamos, las murallas antiguas y las torres de vigilancia emergen en el horizonte, como guardianes de historias centenarias.

Al llegar, nos encontramos con la vibrante Piața Sfatului, la plaza central donde la vida fluye entre cafés encantadores y edificios color pastel. La imponente Iglesia Negra se alza a un lado, testigo de los siglos y las historias que han atravesado la ciudad. Exploramos sus calles empedradas, cada rincón respirando el encanto de una época pasada, mientras el aire fresco de los Cárpatos nos envuelve.

Nuestra camper nos da libertad absoluta. Acampamos en los alrededores, en un claro rodeado por el verde de la montaña. Desde aquí, nos aventuramos hasta el mirador del Monte Tampa, donde la vista de Brașov desde las alturas nos deja sin aliento. Es un espectáculo de tejados rojizos y calles entrelazadas, con el cartel de Brașov en la montaña dándonos la bienvenida como un guiño a la famosa señal de Hollywood.

La noche cae y el sonido del viento entre los árboles es nuestro único acompañante. Compartimos historias, mientras el aroma a madera quemada se mezcla con el de la naturaleza virgen. En este momento, lejos del ruido y la prisa, el mundo parece detenerse.




























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