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Brindisi, una ciudad portuaria con una rica historia y un encanto mediterráneo, nos recibió con su mezcla de tradición y modernidad. Con nuestra camper estacionada cerca del puerto, nos adentramos en esta joya de Apulia que ha sido un punto estratégico desde la antigüedad.
Comenzamos en las Colonne Terminali della Via Appia, las columnas que marcan el final de la famosa calzada romana. Este lugar emblemático nos conectó con la historia antigua, imaginando a los viajeros que llegaban a Brindisi desde Roma.
El Museo Archeologico Provinciale Francesco Ribezzo fue nuestra siguiente parada, donde descubrimos artefactos que narran la historia de la región, desde la época romana hasta la medieval. Cada pieza parecía contar una historia única.
La Iglesia de San Giovanni al Sepolcro, con su arquitectura románica y su atmósfera tranquila, nos ofreció un momento de paz y reflexión. Este templo, lleno de historia, nos transportó a épocas pasadas.
El Puerto de Brindisi, con sus vistas al Adriático, fue el lugar perfecto para pasear y disfrutar del ambiente marítimo. Aquí, el sonido de las olas y la brisa marina nos acompañaron mientras explorábamos los alrededores.
Para completar la experiencia, degustamos platos locales como el pescado fresco y la pasta, acompañados de un vino que parecía embotellar la esencia de Apulia. Brindisi nos ofreció una mezcla perfecta de historia, cultura y gastronomía.
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