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Conversano, un rincón encantador de Apulia, nos recibió con su aire medieval y su rica historia. Con nuestra camper estacionada, nos adentramos en esta ciudad que parecía sacada de un cuento.
Comenzamos nuestro recorrido en la Cattedrale di Conversano, una joya de la arquitectura románica. Su fachada imponente y su interior sereno nos transportaron a épocas pasadas, donde la fe y el arte se entrelazaban.
El Castello Aragonese, con sus torres majestuosas, fue nuestra siguiente parada. Este castillo, que domina la ciudad, nos ofreció vistas espectaculares y un vistazo a la historia de los nobles que alguna vez lo habitaron. Dentro, descubrimos exposiciones que narraban la vida en Conversano a lo largo de los siglos.
Paseamos por las calles empedradas del casco antiguo, donde cada esquina parecía esconder una historia. Nos detuvimos en el Monastero di San Benedetto, un lugar lleno de paz y espiritualidad, con su claustro que invitaba a la contemplación.
Para completar la experiencia, disfrutamos de la gastronomía local en una trattoria acogedora. Saboreamos platos como la focaccia y los panzerotti, acompañados de un vino local que parecía embotellar la esencia de Apulia.
Conversano nos ofreció una mezcla perfecta de historia, cultura y hospitalidad. Cada momento en esta ciudad fue un regalo, y mientras la camper nos llevaba de regreso, sabíamos que Conversano había dejado una marca especial en nuestros corazones.
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