jueves, 3 de octubre de 2024

Barcelonnette, Francia

Nuestra aventura en la camper nos llevó a Barcelonnette, una pintoresca ciudad en el valle del Ubaye, al sureste de Francia. Este lugar, con su singular combinación de cultura francesa, paisajes alpinos y una inesperada influencia mexicana, nos cautivó desde el primer momento.

Estacionamos la camper cerca del centro y comenzamos nuestro día paseando por las calles de Barcelonnette, un lugar lleno de vida y color. Las casas de colores pastel, los balcones adornados con flores y el ambiente tranquilo nos invitaron a explorar cada rincón.

Nuestra primera parada fue la Plaza Manuel, el corazón de la ciudad, donde se encuentran cafés, tiendas y mercados al aire libre. Allí disfrutamos de un café y un croissant mientras observábamos el ir y venir de los locales y turistas.

Después, visitamos las famosas "villas mexicanas", elegantes mansiones construidas por emigrantes locales que regresaron de México en el siglo XIX con grandes fortunas. Estas villas, con su arquitectura única, son un testimonio de los lazos históricos entre Barcelonnette y México.

Nuestra siguiente parada fue el Museo de Valle del Ubaye, donde aprendimos sobre la historia y la cultura de esta región alpina, así como sobre la emigración hacia México. Las exposiciones, que incluían artefactos, fotografías antiguas y relatos personales, nos ofrecieron una perspectiva única de la vida en este valle.

Para el almuerzo, nos dirigimos a un restaurante local y disfrutamos de especialidades regionales como el gratin dauphinois y la trucha del Ubaye, acompañados por un vino de la región.

Por la tarde, nos dirigimos al Parc de la Sapinière, un hermoso parque donde paseamos entre altos abetos y disfrutamos del aire fresco de la montaña. Para quienes buscaban un poco más de emoción, hubo tiempo para practicar deportes al aire libre como ciclismo de montaña o parapente, actividades populares en la región.

Después, decidimos recorrer un tramo del Camino de la Bonette, una carretera de montaña que ofrece vistas espectaculares del valle y los picos circundantes.

De regreso al pueblo, nos dirigimos a una acogedora brasserie para cenar. El menú incluía platos tradicionales de montaña como raclette y fondue de queso, perfectos para el fresco de la noche.

El ambiente era cálido y animado, con conversaciones en varios idiomas y una sensación de comunidad que reflejaba el espíritu acogedor de Barcelonnette.

Antes de regresar a la camper, dimos un último paseo por las tranquilas calles iluminadas del pueblo. Las montañas se alzaban en la distancia, oscuras contra un cielo lleno de estrellas. El aire era fresco y perfumado con los aromas de los pinos, creando un momento de pura serenidad.

Barcelonnette nos ofreció una combinación perfecta de cultura, historia y naturaleza. Nos llevamos recuerdos inolvidables de este rincón de los Alpes franceses, donde cada rincón parecía contar una historia y cada vista era digna de admirar.








 Si exagerásemos nuestras alegrías, como hacemos con nuestras penas, nuestros problemas perderían importancia.

Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad.

La juventud es el paraíso de la vida, la alegría es la juventud eterna del espíritu.


Encuentra la alegría en cada cosa que escojas hacer. Cada trabajo, cada relación, cada hogar… Es tu responsabilidad amarlo o cambiarlo












No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios